Toledo, un caballo de 15 años de raza małopolska, ha pasado por muchos momentos difíciles en su vida. Desde una fractura del hueso del metacarpo en su juventud hasta condiciones de vida poco apropiadas que tuvo que soportar, su historia no ha sido fácil.
Hoy, bajo un cuidado adecuado, Toledo no solo está recuperando su bienestar, sino que también demuestra el enorme impacto que tiene una atención cariñosa y un apoyo bien elegido.
Conoce su historia y descubre los efectos del uso de Hempqualizer+.

TOLEDO, RAZA MAŁOPOLSKA, 15 AÑOS (nac. 2009)

HISTORIA:

Toledo está conmigo desde que cumplió 10 años. Es un caballo con pasado complicado.
Cuando era joven sufrió una fractura del metacarpo de la extremidad torácica izquierda y acabó en un lugar donde su calidad de vida dejaba mucho que desear…
Anteriormente practicaba salto de obstáculos, y ahora es un “no volador” orgulloso, al que cuidamos con mucha dedicación. ;)

PROBLEMA:

Tolo presenta rigidez articular y también algunos pequeños problemas en las muñecas.
En su día a día es tranquilo, pero se estresa con facilidad y es muy sensible a los estímulos.
Sospechamos que también sufre de trastornos del sueño.
Trabajamos regularmente con su diafragma y su sistema nervioso.
Hasta ahora ha tomado suplementos articulares como glucosamina, condroitina, MSM y algunas hierbas.

EFECTOS DEL USO DE HEMPQUALIZER+:

Tras comenzar con Hempqualizer+, noté mejoría visible ya en los primeros días.
El primer día se notó una clara sensación de calma, como si estuviera más presente, más “aquí y ahora”.
Seguía siendo él mismo, sin estar apático, pero ya no reaccionaba con tanta intensidad a los estímulos que antes lo alteraban constantemente.

En los días siguientes, trabajando desde el suelo, noté una mayor disposición al relajamiento.
También se podía ver en su cuerpo: menos rigidez, más ganas de moverse hacia adelante y, en general, mejor estado de ánimo.

Puedo decir con total confianza que este producto le ha funcionado realmente bien, y sin duda lo seguiremos usando regularmente.
La diferencia también se nota montado: el caballo colabora más y se concentra mejor en las tareas.

Actualmente le doy 1 ml al día como mantenimiento, y en situaciones estresantes (viajes, visita del dentista, etc.), ajusto la dosis según sea necesario.