La enfermedad pulmonar obstructiva crónica, conocida también como RAO (del inglés recurrent airway obstruction), es una afección grave que afecta a los caballos y que a menudo se compara con el asma en los humanos. Esta enfermedad afecta principalmente a caballos que se mantienen en establos y a aquellos que están expuestos a altas concentraciones de polen, moho u otras partículas en los pastizales. El RAO se manifiesta en episodios crónicos y molestos de dificultad respiratoria, lo que puede limitar significativamente las capacidades deportivas y de trabajo del animal.
Diez hechos que debes conocer sobre RAO:
El RAO se caracteriza por episodios claros de dificultad respiratoria, durante los cuales el caballo muestra movimientos abdominales marcados al intentar respirar.
Los síntomas más comunes del RAO incluyen tos crónica, secreción nasal, intolerancia al ejercicio y problemas respiratorios. Un síntoma característico es el "surco respiratorio", una línea visible a lo largo del borde inferior de las costillas causada por la hipertrofia de los músculos abdominales debido al trabajo respiratorio excesivo.
Existen dos tipos de RAO: el tipo relacionado con el establo y la enfermedad pulmonar obstructiva estacional del pasto (SPARAO).
La edad promedio de aparición de la enfermedad es de 9 a 12 años, y se ha demostrado que existe una predisposición genética en algunas poblaciones de caballos.
El diagnóstico de RAO se basa en la historia clínica, las condiciones de mantenimiento y los síntomas clínicos, apoyados por pruebas diagnósticas adicionales como el lavado broncoalveolar (BAL), pruebas de función pulmonar, radiografías de tórax en casos seleccionados y análisis de sangre (haptoglobina y SAA).
Los caballos con RAO relacionado con el establo deben mantenerse en pastizales, y su dieta debe basarse en hierba fresca complementada con alimentos en pellets.
Los caballos con RAO estacional no deben mantenerse en el mismo edificio que una arena cubierta y deben tener un entorno de establo con bajo contenido de polvo.
Los alimentos completos pueden reemplazar los forrajes secos, pero las pacas de heno son una buena alternativa hipoalergénica.
El RAO es una enfermedad crónica que requiere una gestión de por vida, incluyendo cambios ambientales y dietéticos, y en casos graves, tratamiento farmacológico, que a menudo ofrece resultados limitados.
Los casos graves o prolongados de RAO pueden requerir el uso de broncodilatadores y corticosteroides, que deben ser recetados por un veterinario.
Estado inflamatorio en el RAO
Los estudios han demostrado que el RAO no es solo una enfermedad aislada del sistema respiratorio. Las investigaciones han encontrado que el RAO puede estar asociado con un estado inflamatorio sistémico, lo que puede contribuir al desarrollo de otras patologías o agravar las ya existentes. Se ha revelado que las proteínas de fase aguda (SAA) están aumentadas en la sangre periférica de los caballos con RAO. En particular, los niveles de haptoglobina en suero son más altos en caballos en todas las fases clínicas de la enfermedad. A diferencia de la proteína C reactiva (PCR), que no es un buen marcador de inflamación crónica de las vías respiratorias en caballos, los niveles elevados de haptoglobina pueden indicar la presencia de RAO incluso durante la remisión de la enfermedad.
Conclusiones
El RAO está asociado con niveles elevados de proteínas de fase aguda, como la haptoglobina y el SAA (amilasa A sérica). Esto confirma claramente que el RAO implica cambios inflamatorios tanto en la fase de remisión como en la de exacerbación.
Inflamación sistémica en caballos con RAO
La inflamación sistémica en caballos con RAO puede tener varias implicaciones:
Sistema inmunológico: La inflamación prolongada puede llevar a una disfunción de la respuesta inmunológica, haciendo que el organismo sea más susceptible a infecciones. La inflamación crónica también puede contribuir al desarrollo de enfermedades autoinmunes.
Sistema circulatorio: La inflamación sistémica puede afectar el sistema circulatorio, aumentando el riesgo de formación de coágulos y otros trastornos circulatorios, lo que puede llevar a complicaciones graves como la trombosis venosa profunda o la embolia pulmonar.
Metabolismo: La inflamación crónica puede afectar el metabolismo, dificultando el mantenimiento del peso corporal adecuado y aumentando el riesgo de desarrollar resistencia a la insulina.
Sistema digestivo: La inflamación prolongada puede alterar la función normal del tracto gastrointestinal, causando problemas en la absorción de nutrientes y la digestión, lo que puede afectar el estado nutricional y la salud general de los caballos.
Aparato locomotor: La inflamación puede contribuir al desarrollo de enfermedades articulares, como la osteoartritis, lo cual es particularmente importante en caballos deportivos, donde cualquier deterioro en la función motora puede significar el fin de su carrera.
Estado mental: El dolor y el malestar crónicos pueden afectar el comportamiento del caballo, llevando a cambios en su comportamiento, depresión o agresión.
Enfermedades inflamatorias coexistentes
En el contexto del RAO, existen varias enfermedades que pueden desarrollarse en paralelo o ser agravadas por la inflamación crónica:
Enfermedades de la piel: La inflamación puede agravar las enfermedades de la piel existentes o contribuir a su desarrollo, ya que la piel está directamente relacionada con el sistema inmunológico.
Enfermedades gastrointestinales: Como úlceras gástricas o cólicos, que pueden ser resultado o agravados por el estrés oxidativo y el desequilibrio de la microbiota intestinal causado por la inflamación crónica.
Trastornos metabólicos: Como el síndrome metabólico equino, que puede estar relacionado con la inflamación crónica y conducir a complicaciones graves, incluida la laminitis (inflamación del casco).
Gestión de la inflamación en RAO
La gestión de la inflamación en el RAO incluye tanto el tratamiento de la enfermedad respiratoria subyacente como el apoyo a la salud general:
Cambios ambientales: Proporcionar un entorno con bajo contenido de polvo puede ayudar a reducir la inflamación sistémica.
Suplementación: Suplementos antiinflamatorios, como los ácidos grasos omega-3, la vitamina E y otros antioxidantes, pueden apoyar la salud general y ayudar en la gestión de la inflamación.
Tratamiento farmacológico: El uso de medicamentos antiinflamatorios, como los corticosteroides, puede ser necesario en casos graves, pero siempre debe ser supervisado por un veterinario.
Dieta equilibrada: Una dieta rica en antioxidantes naturales puede ayudar a regular los estados inflamatorios.
La gestión del RAO y los estados inflamatorios coexistentes requiere un enfoque integral y a menudo la colaboración entre el veterinario, el nutricionista equino y el cuidador del animal.
Preparados Hempqualizer y RAO
Debido a los efectos antiinflamatorios, antioxidantes, calmantes y antialérgicos de los componentes de los preparados Hempqualizer, son muy eficaces para aliviar los síntomas de esta enfermedad crónica. A continuación, se incluye un enlace a un estudio de caso de caballos de nuestros clientes que sufren de RAO. CASE STUDY
Comments